UN
PROPÓSITO MÁS PARA 2015
¿Tienes
vida social? o prefieres tú celular
Mientras los smartphones están en todas las partes de
nuestra vida, un propósito común de Año Nuevo para 2015 es reducir el uso del
teléfono y estar más presente en el momento.
Es más difícil de lo que suena.
Conoce por qué lo miras tanto
Algunas personas pueden apagar o ignorar fácilmente
sus teléfonos. Pero muchos tienen la necesidad de “solo revisar”
compulsivamente, sin importar qué conversaciones y actividades pasen a su
alrededor.
Eso es porque cada notificación, ‘Me gusta’ y
comunicación es un estimulante que actúa como un golpe de placer al cerebro, de
acuerdo con la médico Catherine Steiner-Adair, una psicóloga clínica y autora
de The Big Disconnect: Protecting Childhood and Family Relationships in the
Digital Age. Crea una sensación instantánea de emoción y de sentirse
necesitado.
El deseo irresistible de ver la pantalla del
smartphone también puede derivarse de un temor a perderse algo y de
comportamientos compulsivos y adictivos.
Si mientes y dices que revisas tu teléfono por el
trabajo cuando no es cierto, o te despiertas en medio de la noche y tienes el
impulso de ver tu smartphone, podría ser momento de reducir su uso.
Acuerda las reglas del juego
Revisar el teléfono es contagioso. Una persona toma su
dispositivo, entonces todos los demás lo toman como una señal para revisar el
suyo.
En la casa, esto dificulta que una persona cambie su
comportamiento sin la ayuda de su familia. Es fácil justificar ver Twitter
cuando todos los demás a tu alrededor ya se desconectaron.
Idea una comprensión de cómo tienes permitido utilizar
la tecnología en casa. Aparta horas específicas para smartphones, por ejemplo,
todos pueden revisarlos durante 15 minutos después de la cena. Crea zonas
libres de pantallas en tu casa, al designar habitaciones donde nadie tiene
permitido revisar su smartphone o tableta.
Comienza con tu recámara, donde menos pantallas
brillosas puede mejorar tu sueño y quizá tu vida amorosa. Compra un reloj de
alarma antiguo y deja el teléfono en otra habitación, o solo prohíbe los
teléfonos una hora antes de dormir.
Escucha a tus hijos
Los padres cada vez más son absorbidos por sus
smartphones cuando están con sus hijos, ya sea en el parque, en un restaurante
o en casa. Steiner-Adair dice que a menudo ve niños que están frustrados y
cansados de intentar obtener la atención de sus padres.
“En cierto punto, los niños sienten que estar en el
parque y empujar en el columpio no debe ser tan divertido para ti porque hablas
con alguien más”, dijo.
Busca señales por parte de los niños de que estás
demasiado absorto en tus dispositivos. Los niños podrían tirar o esconder un
teléfono, o hacer berrinches para obtener atención. Los niños más grandes
podrían decírtelo directamente o retirarse y mirar sus propios dispositivos.
Existe el argumento de que los smartphones nos
permiten ser más flexibles sobre cuándo y dónde trabajamos, permitiendo que se
pase más tiempo físicamente con las familias. Pero siempre estar solo
semipresente puede tener un impacto negativo en los niños.
“Los niños a menudo sienten que realmente no estás
aquí, no prestas atención”, dice Steiner-Adair.
Reemplaza el tiempo de teléfono con algo real
Levi Felix es el fundador de Digital Detox, que
arregla retiros donde las personas pagan para entregar sus pantallas y pasar
tiempo con la naturaleza, hablando cara a cara con personas y reconectándose
con el mundo real.
Sugiere reemplazar el tiempo en el que revisas tu
teléfono con experiencias en el mundo real. Toma un paso atrás y pregúntate por
qué ves tu teléfono. ¿Buscas una conexión o estás en búsqueda de una comunicad.
¿Archivar constantemente tu vida se deriva del temor de morir? ¿O es solo
aburrimiento?
Haz una lista de cosas que quieres lograr y mantén ese
pedazo de papel contigo. Cuando sientas la necesidad de revisarlo, saca el
papel en lugar de tu teléfono.
En lugar de subir una foto a Instagram automáticamente
o tuitear sobre una buena experiencia, intenta con algo más análogo.
“Documéntale en formas diferentes que te arraiguen más
en la experiencia, como dibujar o escribir sobre esta”, dijo Felix.
Utiliza la tecnología para limitar la tecnología
Muchos teléfonos ya tienen herramientas integradas que
pueden ayudarte a crear límites.
Primero, apaga las notificaciones. Utiliza filtros
para hacer excepciones necesarias para que tu jefe o abuela siempre puedan contactarte.
Utiliza mensajes de ausencia para hacerles saber a las personas que no
revisaras sus correos electrónicos. Establece expectativas sobre cuándo
trabajas y apégate a ellas.
Los controles parentales son una forma grandiosa de
autodisciplona. Establece contadores de tiempo para ti, apaga el acceso a
aplicaciones distractoras durante ciertas horas.
Incluso hay una aplicación llamada Moment para
rastrear el uso de tu teléfono como calorías. Quizá un golpe de realidad sobre
cuánto ves tu dispositivo ayudará a motivarte para que lo dejes.
Aprende a estar aburrido e incómodo
Una víctima de
los smartphones es el tiempo en silencio. El cerebro necesita un descanso de
aportes constantes y estimulación para descansar.
“Si te sientes
ansioso o aburrido cuando apagas una pantalla cada vez que tienes tiempo libre,
esa es una señal de que perdiste algunas formas esenciales de estar contigo”,
dijo Steiner-Adair.
Los dispositivos también pueden ser un escape rápido
de una situación social incómoda o una forma de evitar interactuar con alguien
cuando estás enojado o molesto.
En lugar de desaparecer en un dispositivo, fuérzate a
pasar tiempo en las situaciones complicadas, aburridas o desagradables del
mundo real a tu alrededor. Podría darte algo bueno sobre qué tuitear.
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